martes, 27 de julio de 2010

"¿Qué se fizo aquel trovar?" o "Coplas a la muerte de la infancia"

     Como en pasadas vacaciones decidí llevar a mi sobrino a pasear. Uno no tiene verdadera dimensión de los cambios que pueden existir de un año a otro... Lo que otrora solía ser un niño dispuesto a obedecer, cariñoso y demostrativo, que disfrutaba de largas horas dibujando o entreteniéndose con cinta adhesiva y un par de muñecos, es ahora....¿cómo definirlo?
     Durante el viaje de 40' comenzó la cuestión. Uno busca tema de conversación, pero cualquier intento de ella terminaba con un tajante "ah! eso porque vos no jugaste al Assasins creed", seguido por un sonidito difícil de reproducir: un "je" o "he", así como sacando del pecho todo el aire (de superioridad) de un solo soplido.
     Como para evadir la explicación de en qué consistía el susodicho juego, le dije que en realidad  no me gustaban los juegos violentos. "Lo que pasa es que no los podés jugar porque hay que pensar con la mentalidad de un niño...yo te voy a mostrar" -me contestó. Luego, sin lógica alguna, fue hilvanando la explicación de distintos juegos de "la play" y los motivos por los cuales yo no iba a poder jugarlos sin su experto asesoramiento. Y algunos, ni así.
     "Entonces te recomiendo que Silent Hill, niiiii looo miiiires. (je! o he! largando el aire) Yo, porque estoy acostumbrado a ver sangre...y mi amigo también"
     Hasta aquí el telón de fondo, el principio del fin.
     Luego de sobrevivir a la cátedra de Play Station y de ver la película Toy Story que disfrutamos más los que realmente jugamos y no la generación del Argenmu, decidimos ir a comer unas pizzas a la casa de mis cuñados que tienen un hijo, mi otro sobrino,  tan solo diez meses más chico que del que hemos estado hablando.
     ¡Para qué! pues se había dado cita a las 24hs en la red para un duelo con su amigo. Yo le expliqué que desechara  esa idea porque la madre no lo iba a dejar jugar a esa hora en la pc.
     Si esto había sido un golpe de muerte a su tierno corazoncito ¡Horror de horrores! al descubrir que en casa del primo no había play, ni computadora con la cual pudiera jugar y que en la tele no se veía lo que él quería.  
     Estuvo al borde del colapso cuando el otro niño sacó un mazo de cartas, un álbum de figuritas, y una caja con autitos. "No entiendo como pueden vivir así" - replicó y se hundió en el sillón hasta la hora de irse.

miércoles, 21 de julio de 2010

A manera de prólogo...

Qué decirles, termino de configurar este blog  y me parece que el fondo elegido es el que más se me parece, no por lo viejo,claro está, sino por mi gusto por las cosas viejas...y quien me conoce sabe de lo que hablo. Y si no se entiende, es porque no me conoce lo suficiente y no sé que hace leyendo cosas acerca de gente que no le incumbe en absoluto.(A menos que mi personalidad les resulte totalmente atrayente pese a no conocerme, ejemmm...)
Para continuar con el ambiente bostalgioso, los deleito con unas fotitos. Espero que no se les moje el teclado al piantarse el lagrimón. "Teenagers" abstenerse.